lunes, 18 de junio de 2012


La homosexualidad

"Hola gente, soy Carlos, les cuento parte de mi experiencia de vida, siendo muy joven me case con Laura, estando de novio habíamos acordado tener coito anal para evitar el embarazo en destiempo
El acto muy placentero se hizo un hábito en nuestra relación. A los cinco años de casado tuvimos nuestro primer hijo y luego tuvimos dos hijas más. Con el tiempo empezamos a notar en nuestro único hijo una tendencia afeminada, esta anormalidad me molestó muchísimo, pero el esfuerzo y el gran amor de mi compresiva esposa me hicieron aceptar la “imperfección” de nuestro hijo.
Ante la sociedad no me sentía bien, no entendía porque razón me sucedía esto a mí, la anormalidad de mi hijo me pesaba. Empecé afanosamente a buscar repuesta a nuestra situación; también me preocupaba muchísimo. Presentí que mi hijo no estaba muy feliz, compre diversos libros metafísicos, filosóficos, etc., tratando de encontrar una solución a la situación. Hasta que alguien me sugirió que la repuesta me la concedería Dios, fui obediente, oré y le pedí a Dios me diera sabiduría para lograr una respuesta.

Leí toda clase de opiniones sobre el origen de la homosexualidad, muchas opiniones encontradas y refutadas siempre por otros investigadores. Me llamo la atención una opinión de Freud quien sostiene que los conflictos sexuales y amorosos están en la base de casi todas las neurosis personales.
La apetencia sexual y afectiva del hombre se llama líbido y la misma se manifestará desde la infancia.

Un día leyendo la Biblia recibí la primera orientación a mi preocupación, allí en carta a los romano 1; 26 y 27 dice el “…hombre recibe en sí mismo la paga merecida de su obcecación”, por las “…pasiones infames, en sus mujeres invierten el uso natural en que es contrario a la naturaleza. Del mismo modo también los varones, desechando el uso natural de la mujer, se abrazan en amores,…..,” Este versículos manifiesta claramente las consecuencias del “pecado contra natura”. Luego leyendo otro libro sobre aspectos psíquicos, rescate otra frase que dice “toda acción se hace visible a la inteligencia, tarde o temprano, mediante su reacción”. En otro libro hablando “de la causa y el efecto” cita a Voltaire que decía que no se puede demostrar una “ausencia de causa”.

Toda esta conciencia me mostró que no podemos comer por la oreja, ni escuchar por la boca, todo vicio o placer tiene vinculación imperativa, especialmente el sexo, la sexualidad impregna la mente y esta, al cuerpo con impulsos irracionales. Estudios recientes sobre los casos de homosexualidad determinaron que no es una “perversión sexual” sino una manifestación anormal, porque se ha descubierto que los animales también lo hacen, pero esto es discutible dado que el instinto del animal alfa en el momento, lo supera, lo que no significa que el animal receptor lo desee buscándolo.

Lo cierto es que toda acción desnaturalizada, genera un daño irreversible en el otro, porque no responde a las acciones amorosas. San Agustín dijo “mientras vives el amor has lo que quieras” pero esto no significa tomar libertinaje a tal fin.
Claro está que “el hombre cuerdo, no cae en el mal acuerdo”. La pareja joven que va a tener descendencia, está de acuerdo en hacer placenteramente uso desnaturalizado de sus cuerpos, sin conocer que está generando un perverso hábito que estimula e impregna placer en sus mentes. Luego esta anomalía es trasmitida a la generación siguiente, si no es a la primera o segunda generación, seguro lo será en la tercera generación".
 Héctor D. Páez

El ideal

¿Qué es un ideal?
El ideal puede ser un precepto, una máxima, una regla moral:
Lo cierto es que es una verdad absoluta, se aplica a lo que es excelente, perfecto en su línea.

El ideal, es la substancia del pensamiento, que el hombre forma y modela, como un embudo de cristal. Transita visualizando el ajuste de sus conocimientos hacia el destino final.

El ideal de la ciencia es la verdad.
El ideal de la moral es el bien.
El ideal del arte es la belleza.
El ideal del amor es la bondad.
El ideal de la amistad es la fidelidad.

El valor de las cosas,
no está en su materia
Está en su espiritualidad
Por su inmensa bondad.

"No me encantan las flores bellas,
Sino el perfume que siento de ellas".
La flor es una materia,
Su perfume es su espíritu.

Aquel individuo que no sabe arar,
Tampoco se acomoda amansar al buey,
Pero procediendo con muy justa ley,
Accede, a la cosecha sin sembrar.

La prudencia le instruye una razón,
Los años le autorizan experiencia,
su necesidad mira su conciencia,
Con emociones de su corazón.

Un padre piadoso no garantiza,
La educación reflexiva al hijo,
sus hijos con gran acertijo,
Educa al padre sin desenfreno.
En el hogar se aprende educación,
en el trabajo el valor del afán,
en la calle la cuantía de un galán,
En la escuela una buena instrucción.

Hermosas frases, manifiesta que lo mejor de una persona, es lo que abriga su corazón.
El perfume (espíritu) de la flor, es el valor que tiene adentro

Esta frase poética, aplicada a la mujer significa que lo importante no es su belleza sino que su estado interior (corazón, espíritu) sea benévolo, apacible, amable.-

Héctor D. Páez


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